El proyecto es un proceso que continua con la visión de fortalecer las aptitudes técnico sociales que permita manejar a la especie en lo posible brindando bienestar al animal siguiendo los lineamientos técnicos definidos con la autoridad normativa nacional y permitiendo que esta experiencia piloto pueda servir de modelo para otras regionales manejadoras de vicuña para el aprovechamiento sustentable de la vicuña en Bolivia.
CONSULTORÍA POR PRODUCTO:
PRODUCTO 1: METODOLOGÍAS Y CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LAS INTERVENCIONES DE ACUERDO A APRENDIZAJES DESARROLLADOS
PRODUCTO 2: INFORME TÉCNICO SOBRE EL DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA PILOTO DE CONDICIONES TÉCNICAS PARA OPERATIVISACIÓN DEL PROGRAMA NACIONAL DE CONSERVACIÓN Y APROVECHAMIENTO SOSTENIBLE DE LA VICUÑA EN BOLIVIA.
Resumen Ejecutivo
La vicuña es un camélido silvestre que habita en las tierras altas de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú. Se caracteriza por poseer la fibra natural más fina del mundo y una de las más caras del mercado.
En la década de 1950, quedaban 400.000 vicuñas aproximadamente, mientras un censo hecho al final de la década del 1960 revela que ya únicamente existían entre 5.000 y 10.000 vicuñas en Perú y menos de 2.000 en Bolivia, Chile y Argentina. (Rabinovics, et. al ., 1991. Citado en Informes MAPZA. En 1969, Perú y Bolivia preocupados por la reducción de la población de vicuñas en ambos países, firman un acuerdo con la finalidad de evitar la extinción de la especie. En 1970, se da inicio al programa nacional de conservación con la finalidad de detener la caza furtiva, poner un alto al tráfico ilegal de la lana y establecer el Convenio para la Conservación y de la vicuña. Sin embargo las medidas de protección alcanzaron un mayor éxito cuando se renueva el Convenio firmado entre Bolivia y Perú en 1979, al que se incorporan Argentina, Ecuador y Chile.
De esta forma es que la población de vicuñas en los países que firmaron el Convenio, empieza a recuperarse e incrementarse en los próximos años, llegando a triplicarse en poco más de 20 años hasta el 2003, siendo Bolivia el país que presentó la evolución más favorable: de 4.493 en 1981 a 60.000 vicuñas en 2003, incrementándose la población total en un 1.335,4%, lo que equivale a un crecimiento anual promedio de más del 50%. Adicionalmente, Bolivia es el segundo país con más ejemplares de vicuña después de Perú.
En el periodo 1999 al 2006, la vicuña en Bolivia ha tenido un crecimiento promedio anual de 4,94%, lo cual ha dado continuidad a la recuperación exitosa de la especie que bajo las condiciones actuales ya no corre riesgo de extinción.
En 1968, la vicuña fue declarada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como especie en vías de extinción; ante la inminente desaparición de las vicuñas, fue esencial la adopción de medidas conjuntas entre los países donde habita la misma, para iniciar su recuperación, concretamente la firma del Convenio para la Conservación y Manejo de la Vicuña en el que participan Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
Desde 1997, el 70 % de la población de vicuñas de Bolivia, pertenecientes a tres áreas piloto, las Unidades de Conservación de la Vicuña Ulla Ulla, Mauri-Desaguadero y Lípez-Chichas, fueron transferidas al Apéndice II. En noviembre del 2002, en la 12ª Reunión de la conferencia de las Partes, la transferencia del Apéndice I al II del resto de las poblaciones de vicuñas fue aceptada, esta resolución entró en vigor en marzo de 2003, y desde entonces todas las poblaciones de vicuña se encuentran en el Apéndice II.
El 2010 mediante el Decreto Supremo, se promulga el reglamento que regula las actividades de aprovechamiento de la vicuña. Esto ha permitido el desarrollo de varias experiencias demanejo y aprovechamiento sostenible de la vicuña protagonizadas por las comunidades locales, cada uno con diferente grado de desarrollo integral, resultados e impactos1.
En el Municipio de Tomave, a partir del año 2008 se inicia el manejo y aprovechamiento sostenible de vicuñas en la comunidad de Uracaya-Saruyo del Ayllu Jila Chico. A partir del año 2010 se aumenta el manejo a 5 comunidades, originándose la Asociación Regional de Manejadores de la Vicuña Tomave (ARMAVIT), actualmente, esta conformada por siete comunidades: Viluyo-Pisaqueri, Tacora, Parantaca, Uracaya-Saruyo, Suntura, Opoco y Tholapampa.
Esta experiencia emprendedora, ha demostrado la factibilidad del manejo de la vicuña en estado silvestre con resultados altamente positivos y progresivos, que deben ser consolidados y fortalecidos con los últimos acontecimientos de venta de la fibra de vicuña y por consiguiente la distribución de beneficios de parte de las comunidades participantes en este proceso.